domingo, 21 de agosto de 2011

Blanca Nieves Y Los Siete Enanitos


En un país muy lejano,  vivía una bella princesa llamada Blancanieves,   que tenía como madrastra, a una Reina, muy vanidosa y malvada.  La madrastra preguntaba a su espejo mágico:

- Espejito,   espejito,   di,   ¿Quién es la más bella de todas las mujeres del reino?

Y el espejo contestaba :

- Tú eres,  oh Reina,  la más bella de todas las mujeres del reino.

Y fueron pasando los años.  Un día,   la Reina preguntó,   como siempre,   a su espejo mágico:

- Espejito,   espejito,   di,   ¿Quién es la más bella de todas las mujeres del reino?

Pero esta vez el espejo contestó:

- La más bella,   es Blancanieves.

Entonces la Reina,  llena de ira y de envidia,   buscó un cazador y le ordenó:

- Llévate a Blancanieves al bosque,   mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.

Pero cuando llegaron al bosque,   el cazador sintió lástima por la inocente joven y la dejó huir,   sustituyendo su corazón por el de un jabalí.


Blancanieves,   al verse sola,   sintió miedo y lloró.   Llorando y caminando pasó la noche, hasta que,   al amanecer,   llegó a un claro en el bosque y descubrió allí una casa preciosa.
Entró sin dudarlo.  Los muebles eran pequeñísimos y,   sobre la mesa,   había siete platillos y siete cubiertos diminutos.   Subió a una habitación,   que estaba ocupada por siete camitas.   La pobre Blancanieves,   agotada después de caminar toda la noche por el bosque, juntó todos las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde llegaron los propietarios de la casa,   siete enanos que trabajaban en unas minas y que se admiraron al descubrir a Blancanieves.
Entonces ella les explicó su triste historia.   Los enanos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieves aceptó,   se quedó en vivir con ellos y todos eran felices.

Mientras tanto,   en palacio,   la Reina volvió a preguntar al espejo:

- Espejito,   espejito,  ¿quien es ahora la más bella?

- Sigue siendo Blancanieves,   que ahora vive en el bosque en casa de los enanos.

Furiosa y vengativa como era,  la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y se dirigió hacia la casita del bosque.
Blancanieves estaba sola,   porque los enanos estaban trabajando en la mina.   La malvada Reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves le dio el primer mordisco,   cayó desmayada.
Al volver,   ya de noche,   los enanos a su casa,   encontraron a Blancanieves tumbada en el suelo,   pálida y quieta,   creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal para que todos los animales del bosque se pudiesen despedir.
En aquel momento apareció un príncipe montado sobre un majestuoso caballo y solo contemplar a Blancanieves quedó enamorado de ella.  Quiso despedirse besándola y de repente,  Blancanieves volvió a la vida,  porque el beso de amor que le había dado el príncipe rompió el encantamiento de la malvada Reina.
Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel Reina.  Y desde entonces todos vivieron felices.

Buenas noches y que duermas bien...

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